Como fabricamos un Mikuman
La fabricación de un aserradero Mikuman es un proceso meticuloso que comienza con la estructura base, continúa con el cabezal y los rieles, y culmina con la instalación de las protecciones y accesorios. Sin embargo, detrás de cada aserradero hay una serie de pasos precisos y controles rigurosos que son esenciales para garantizar la calidad y el funcionamiento óptimo. No hay atajos en este camino.
La clave de nuestro éxito radica en el uso de componentes de alta calidad. Por ejemplo, sería imposible construir un aserradero confiable utilizando portarodamientos de baja resistencia o volantes de aluminio, materiales que no soportarían las exigencias de nuestros equipos. En cambio, seleccionamos los mejores elementos disponibles, desde el malacate y los prensa cables hasta las poleas centrífugas de alta precisión. Cada pieza, por pequeña que sea, juega un papel fundamental en el rendimiento del aserradero.
Ensamblaje
Una vez que hemos superado la fase constructiva y el equipo ha sido pintado, llega una de las partes más emocionantes del proceso: el ensamblaje final. Aquí es donde todas las piezas cobran vida y comienzan a trabajar juntas. Este proceso empieza con el torneado de los ejes, seguido del ensamblaje del volante tractor. Controlamos cuidadosamente la polea y el motor para asegurarnos de que el tensor y la correa estén perfectamente alineados con el volante y la polea centrífuga del motor. Este paso es crucial, ya que cualquier desajuste puede afectar el rendimiento general de la máquina.
Después, instalamos el segundo volante, le torneamos la corcholina y procedemos a alinear ambos volantes con la hoja de sierra. Esta alineación es quizás uno de los momentos más delicados del ensamblaje. A veces logramos la alineación perfecta en el primer intento; otras veces, requiere de ajustes adicionales. No avanzamos hasta que la alineación sea impecable, ya que es fundamental para el buen funcionamiento del aserradero.
Una vez alineados los volantes, perforamos los prisioneros en los ejes, tanto de los volantes como de los rodamientos, asegurándonos de utilizar un pegamento especial para los bulones, lo que garantiza la estabilidad a largo plazo.
El siguiente paso es la alineación fina de los ajustes de la hoja. Estos deben quedar lo más cerca posible de la hoja sin tocarla, un trabajo que demanda precisión y cuidado. Aquí no hay espacio para la prisa; cada detalle cuenta. Una mínima imperfección podría afectar el corte, por lo que también verificamos cuidadosamente el acoplamiento de los rieles y asegurarmos que las cuatro ruedas estén siempre en contacto con los rieles, garantizando una estabilidad y precisión total.
El día de la prueba
Y finalmente, llegamos al corte de prueba, el toque final y uno de los momentos más satisfactorios. Aunque estamos completamente seguros de la calidad de nuestros aserraderos y de que funcionarán perfectamente gracias a los rigurosos controles previos, el corte de prueba es una demostración de ese compromiso. Si el aserradero se envía a otra provincia, nos gusta incluir un video del corte de prueba para que el cliente tenga total confianza en su compra.
Desde el diseño inicial en computadora hasta el aserradero final en manos de nuestros clientes, cada paso del proceso es realizado con dedicación y esmero. No trabajamos a las apuradas, porque entendemos que la calidad está en los detalles. Nos tomamos el tiempo necesario para garantizar que cada aserradero Mikuman sea una herramienta precisa y confiable. No por nada tenemos el 100% de nuestros clientes felices
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